El pago en especie es la expresión que se utiliza para decir que algo se paga o se cobra en frutos o géneros y no de forma monetaria. Por tanto, se trata del cumplimiento de una deuda o de una obligación de pago mediante la entrega cualquier mercancía distinta al dinero.

Los pagos en especie son considerados una retribución adicional del trabajador, sujetos al IRPF, y se valoran por el valor normal del mercado del bien o servicio recibido por el trabajador. En definitiva, tributan acumulándose a la retribución dineraria, a los mismos tipos impositivos. A estos pagos hay que sumarles el ingreso siempre que no haya sido repercutido al empleado, puesto que así supondría una mayor retribución.

En la declaración de la renta hay algunos pagos en especie que no son tributables o quedan exentos, tales como:

-Gastos de formación relacionados con el trabajo.

-Primas de seguro de accidente laboral o responsabilidad civil.

-Tickets restaurante de hasta 9 euros diarios, tickets guardería y abono del transporte público

-Seguro médico privado, hasta 500 euros al año por miembro familiar

-Entrega de acciones a trabajadores, hasta 12.000 euros al año bajo ciertas circunstancias.

En cuanto al uso del coche de empresa, el pago en especie se valora en un 20% anual del valor del vehículo incluyendo impuestos, matriculación y otros, aunque esta valoración se puede reducir hasta en un 30% si el coche es híbrido o eléctrico y perjudica menos al medio ambiente.

Fuente: abc.es