La indemnización por despido tributará en el IRPF al ser considerado un rendimiento del trabajo si el contribuyente fue despedido a partir del 1 de agosto de 2014 y supera los 180.000 euros generados durante más de dos años y se haya percibido en un solo ejercicio, si supera esa cifra se paga IRPF por la cantidad recibida como indemnización, cifra que será superada en caso de llevar muchos años en la empresa o cobrar un sueldo elevado.

Las indemnizaciones por despido incluyen los despido improcedente -aquella que no sigue los requisitos formales exigidos por la ley- como a las indemnizaciones por despido objetivo -aquel por el que se extingue el contrato de trabajo debido a causas económicas, técnicas, organizativas o de producción- el despido objetivo tiene una indemnización de 20 días de salario por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades.

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Fuente: Cinco días. www.cincodías.com