Como ya sabemos, el gobierno aprobó un nuevo impuesto de sociedades en la reforma fiscal, y el año que ahora termina será el primero en el que entra en acción. Todo ello supone una rebaja de tipo nominal, una reducción de ciertos incentivos fiscales, y la aprobación de otras ventajas fiscales para potenciar la capitalización de las empresas y fomentar actividades relacionadas con la investigación y el desarrollo.

 

alt

 

Algo que contribuyó al endeudamiento de las compañías y que dejó al sector empresarial muy débil fue que las empresas podían deducir los intereses sin ningún límite, algo que cambió en 2012. El gobierno actual cambió esto, pero la medida llegó en un momento en el que las empresas ya estaban totalmente en crisis. Así, ahora la reforma fiscal mantiene los límites a la deducibilidad de los intereses, introduciendo además, una nueva reducción tributaria para conseguir el ahorro empresarial, la reserva de capitalización.

La segunda fase de la reforma fiscal entrará en vigor en 2016, y terminará con la existencia de un tipo inferior para las pymes, el próximo año el tipo nominal del impuesto disminuye, situándose en el 25%. Esto significa que habrá en este sentido igualdad para pymes y para grandes empresas, será en ambas el mismo tipo.

El nuevo impuesto sobre sociedades incorpora una rebaja tributaria exclusiva para pymes, y se le llama la reserva de nivelación, permite rebajar la factura fiscal de un ejercicio cerrado con beneficios y, a la vez, compensar las futuras pérdidas que pueden ocurrir. El límite de la reserva de nivelación es el 10% de la base imponible, o un millón de euros. De esta manera, el gobierno asegura que España ofrece uno de los marcos legislativos y tributarios más atractivos para fomentar la investigación y el desarrollo.

 

 

FUENTE: cincodias.com