En unas jornadas sobre fiscalidad organizadas por el sector automovilístico, las patronales de fabricantes, concesionarios, vendedores e importadores coincidieron en la idea de eliminar el impuesto de matriculación, que es el que se aplica al comprar un vehículo.

Para el sector, la existencia de este impuesto dificulta las ventas de automóviles nuevos e impide la necesaria renovación de vehículos más seguros y menos contaminantes en las carreteras. Además, según las patronales, el impuesto de matriculación “reduce artificialmente el tamaño de su mercado potencial”

Por su parte, el Gobierno ya trabaja en una reforma total de los impuestos ligados al automóvil. Veremos si hace caso a estas demandas.

Fuente: elindependiente.com Â