Mi propia aventura sobre cómo crear una empresa desde cero
Hace unos cuantos años, cuando trabajaba por cuenta ajena en una oficina, me picó la curiosidad de montármelo por mi cuenta. No te voy a mentir: al principio, lo único que tenía era una idea un tanto abstracta, muchas ganas y un par de ahorros. Me preguntaba constantemente “¿cuánto cuesta crear empresa en España de verdad?” y “¿No será esto un follón de trámites que me superará?” Pues bien, hoy te quiero contar cómo lo afronté yo, con naturalidad y algunos tropiezos, esperando que te sirva de inspiración si estás en el mismo plan de crear una empresa y dar un giro a tu vida profesional.
Lo primero: ¿te ves capaz de crear empresa realmente?
Solemos soñar con la libertad de ser nuestro propio jefe, decidir horarios, proyectos y tarifas. Pero, antes de nada, hay que ser sincero con uno mismo: emprender conlleva riesgos, papeleos y muchas decisiones que no siempre salen como esperas. En mi caso, pasé semanas dándole vueltas, haciendo cuentas en un cuaderno e investigando si mi sector —el marketing digital— tenía hueco para otra agencia más. Me topé con foros de gente que, la verdad, era súper optimista, y con otros que pintaban todo fatal.
La realidad es que hay un poco de ambas cosas. Por un lado, la ilusión de cómo crear una empresa y ver crecer tu marca es muy gratificante. Pero, por el otro, no hay varita mágica: tendrás que pelearte con trámites legales, facturas, licencias, contabilidad, y eso, créeme, a veces te genera dudas serias sobre si meterte o no. Mi consejo: no te lances a lo loco; planifica un poco, ahorra algo de dinero y estudia tu mercado. Pero tampoco te bloquees infinitamente: llega un punto en el que si no das el paso, nunca sabrás lo que podría haber pasado.
Empezando a hacer números: ¿cuánto cuesta crear empresa sin arruinarme?
Aquí es donde mucha gente se queda en blanco. ¿Me bastan 2.000 euros, 3.000, o necesito 20.000? Depende un montón de tu tipo de negocio. Por ejemplo, si quieres abrir una cafetería, el coste sube por el alquiler del local, la reforma, la maquinaria de café, etc. Si, en cambio, piensas en algo digital, como un e-commerce, igual con una inversión más pequeña y un ordenador decente vas tirando. En mi caso, hice algo más “mixto”: una pequeña oficina compartida, más gastos en software de marketing y algo de publicidad online.
Pero ojo, la ley española establece que, si apuestas por constituir una Sociedad Limitada (que es lo más común al crear una empresa formalmente), necesitas un capital social mínimo de 3.000 euros, que se deposita en una cuenta bancaria a nombre de la sociedad en formación. Aparte, hay gastos de notario, registro mercantil y gestoría si contratas ayuda profesional. Total, que yo al final invertí unos 5.000 euros para los primeros trámites y tener algo de fondo. En tu caso, puede ser más o menos, según la envergadura de tu proyecto y tu sector.
Paso a paso para crear una empresa en España con una forma jurídica clara
Lo más típico, como te decía, es constituir una Sociedad Limitada (S.L.). Si prefieres algo más grande, una Sociedad Anónima, ya hablamos de 60.000 euros de capital social, lo cual seguramente quede fuera del alcance de la mayoría de pequeñas pymes. Para la S.L., el guion sería más o menos así:
- Certificado negativo de denominación social: se pide en el Registro Mercantil Central para asegurarte de que el nombre que quieres no está cogido.
- Apertura de cuenta bancaria: ingresas allí el capital social que exija tu proyecto. Te darán un certificado de que has hecho ese depósito.
- Estatutos de la sociedad: redactados (a poder ser) con asesoría para evitar líos. Explicas el objeto social, la forma de administración y otras cuestiones.
- Escritura de constitución en notaría: el notario da fe de que todo está correcto y crea legalmente tu sociedad.
- Inscripción en el Registro Mercantil: presentas las escrituras de la S.L. para que tu empresa sea oficial.
- Alta en Hacienda: das de alta la actividad para declarar impuestos.
- Alta en la Seguridad Social: si va a haber empleados o tú mismo trabajas en la empresa de forma remunerada, necesitarás cotizar.
Este proceso, la primera vez, se ve un poco abrumador. A mí me ayudó ir tachando de una lista cada paso, como si fuera un miniproyecto. No es que sea excesivamente difícil, pero sí conlleva paciencia, porque entre notaría, registro y altas oficiales, puedes tardar algunas semanas.
El tema de crear logo de empresa mientras tramitaba la sociedad
Como tenía muy claro el nombre que le pondría a mi negocio, me puse a diseñar un logotipo casero mientras esperaba que me saliera el certificado de denominación social. Fue divertido darle vueltas a colores, formas y tipografías, buscando algo que transmitiera mi personalidad profesional. Sinceramente, no soy diseñador, así que pedí feedback a varias personas cercanas. Una amiga, que se dedica al tema de branding, me dio consejos muy útiles para no pasarme de recargado. También me sugirió registrar la marca en la Oficina Española de Patentes y Marcas, si creía que el nombre podía tener algo de recorrido y quería protegerlo. Todavía no lo he hecho, pero está en la lista.
Preguntas que surgieron sobre como crear una empresa desde cero
- ¿Necesito local físico?
Depende. Si tu actividad es online, a lo mejor te basta con un coworking o trabajar desde casa. Pero si vas a abrir una tienda o un restaurante, inevitablemente tienes que buscar un local y lidiar con licencias de apertura que conceden los ayuntamientos. - ¿Cuánto me complico con la contabilidad?
Bueno, llevar la contabilidad de una S.L. implica presentar cuentas anuales y hacerlo de forma más rigurosa que si fueras autónomo. Para mí, fue clave buscar una gestoría decente que se encargara de eso. Prefiero dedicar mi tiempo al marketing y la captación de clientes, en vez de pelearme con asientos contables. - ¿Son obligatorios los estatutos?
Sí, los estatutos están en la propia escritura notarial de constitución. Básicamente describen el objeto social (a qué se dedicará tu empresa), el domicilio, el capital, etc. Puedes encontrarlos por internet de ejemplo, pero es mejor que un profesional te los personalice.
Ventajas de la Sociedad Limitada
Reconozco que una de las razones principales para formar una S.L. fue la limitación de responsabilidad. Es decir, si las cosas van mal, el patrimonio personal del socio no queda comprometido más allá de lo que aportó a la empresa. En cambio, como autónomo, respondes con todo tu capital personal. Eso sí, la S.L. tiene más burocracia (hay que presentar cuentas anuales, libros oficiales…) y un coste inicial. Pero si planeas crear una empresa con un mínimo de seriedad y cierta inversión, me parece la fórmula más razonable.
Ideas locas sobre crear una empresa online y la realidad
Muchos piensan que, por ser online, te ahorras casi todos los trámites. Y la verdad es que no tanto. Siempre que constituyes una sociedad, pasas por los pasos legales mencionados. Lo bueno es que si no necesitas un local físico, todo lo relativo a la licencia de apertura te lo ahorras. También es cierto que montar una tienda online puede requerir menos dinero de entrada, porque el capital social de 3.000 euros lo tienes y luego no pagas alquiler, etc. Pero ojo, que el marketing digital también cuesta y en internet hay muchísima competencia. Si me preguntas, te diría que, si tu plan es netamente virtual, te enfoques bien en la diferenciación y la usabilidad de tu web.
“Crear empresa Madrid”: mi experiencia concreta
Como vivo en Madrid, me lancé a constituir mi S.L. aquí. La verdad, la ciudad tiene de todo: asesorías, gestorías, notarios… Mi primer consejo es que, si vas a hacerlo de forma presencial, pidas citas previas y no dejes las cosas a la improvisación. A veces, las oficinas de registro están saturadas, y si no vas con cita, te puedes comer un tiempo de espera que te desmoraliza.
Por otro lado, la ventaja es que Madrid es un núcleo enorme de emprendedores, y existen muchos espacios de coworking o eventos de networking donde puedes hacer contactos interesantes. En mi caso, conocí a dos futuros colaboradores en un meetup de start-ups. Incluso me ayudaron con la web inicial y me dieron trucos para posicionar la marca. Así que, en cierto modo, la burocracia fue la parte fea, y la parte de conocer gente con proyectos chulos fue la bonita.
Una mini anécdota sobre la notaría
El día que fui a firmar la escritura de constitución de la empresa, me surgieron un par de dudas de última hora. El notario, muy amable, me explicó algunos detalles sobre los estatutos y me preguntó si estaba seguro de la forma de administración. “¿Administrador único, solidario o conjunto?” Yo no sabía ni qué responder, así que terminé optando por administrador único (yo mismo), porque no tenía socios en ese momento. Fue un poco improvisado, pero me vino bien no complicarlo. Si vas a tener varios socios, tendrás que discutirlo antes y ver la mejor fórmula de gestión. A veces, es un administrador único y los demás socios capitalistas, o se nombra un consejo de administración, etc.
¿Y si no me animo a formar una sociedad desde el principio?
Hay quien prefiere arrancar como autónomo, para tantear el mercado y ver si hay negocio. Luego, si crece, se pasa a sociedad limitada. Es una opción válida, sobre todo si todavía no estás seguro de que tu idea genere ingresos estables. Sin embargo, en mi caso, quería dar imagen de seriedad y tener el tema de la responsabilidad limitado, así que fui directo a la S.L. Asesórate según tu circunstancia, porque no hay un camino único.
¿En qué momento me puse a “crear logo de empresa”?
Como conté antes, casi lo hice en paralelo con la reserva de nombre en el Registro Mercantil. Me hacía ilusión tener un logo antes de firmar nada, así sentía que el proyecto ya existía en mi cabeza, más allá de los papeles. Lo diseñé con un programa sencillo y pedí opiniones a mi círculo más cercano. Luego, ese loguito lo he ido puliendo con el tiempo. No tengas miedo de cambiarlo si tu marca evoluciona. Eso sí, si vas a invertir mucho en branding, igual te interesa registrar la marca para evitar que otro la coja y te la fastidie.
Un toquecito sobre la documentación y “como crear una empresa desde cero” sin perder la cabeza
- Acostúmbrate a guardar copias de todo lo que firmes o presentes: resguardos, documentos bancarios, correos del notario, etc.
- Si contratas asesoría, deja claro desde el principio cuánto te cobrarán y qué incluye ese servicio. A veces, se confunden los precios (por ejemplo, la gestoría cobra lo suyo y los aranceles de notaría y registro van aparte).
- No te rindas si ves algo tedioso: es normal sentirte desbordado con tanto papel y leyes que desconoces. Pero hay mucha gente que lo ha logrado, así que tú también podrás.
Otro aspecto: la visión a largo plazo
Más allá de la constitución, piensa en la gestión diaria de tu negocio: cómo conseguirás clientes, cómo facturarás, cómo harás el marketing, si necesitarás contratar personal. Porque crear una empresa es el comienzo, pero luego hay una vida entera de administración y dirección del negocio. En mi caso, acabé fichando a una persona en prácticas para ayudarme con redes sociales, y tuve que darme de alta como empleador, preparar contratos… Fue un nuevo miniaprendizaje dentro de este gran proceso emprendedor.
¿Qué me preguntaron al “crear una empresa en España” mis amigos?
- “¿No es carísimo?”
Depende. Si sabes buscar local asequible o empiezas online, igual no gastas tanto al inicio. Pero hay unos mínimos de capital social y algunos gastos fijos. - “¿Es muy difícil?”
A ver, no es un paseo por el parque, pero tampoco imposible. Es cuestión de paciencia y de estar bien asesorado. - “¿Me conviene más ser autónomo?”
Hay quien lo hace, pero si piensas a largo plazo y quieres crecer, una S.L. te ofrece ventajas legales y mayor credibilidad en algunos casos.
Reflexionando sobre “crear una empresa online”
He conocido bastantes personas que montaron negocios digitales (tiendas de dropshipping, agencias de marketing, SaaS, etc.) y se animaron a constituir la sociedad al ver que los ingresos eran decentes. Lo bueno es que, en muchos casos, no necesitas local físico ni gastas en acondicionamiento. Lo malo es que la competencia en internet es brutal, así que vas a tener que invertir en posicionamiento, redes sociales, publicidad en Google, y eso no es gratis. Por otro lado, el alcance es global, lo cual es una pasada si tu producto o servicio puede venderse fuera de España.
Mi resumen sincero:
- Planifica un poco la parte económica, no te lances sin nada.
- Busca asesoría si te atascas, o bien ve con calma paso a paso en la notaría, registro, Hacienda y Seguridad Social.
- Crea tu identidad de marca con mimo, porque te dará un plus de profesionalidad (ahí entra el crear logo de empresa y tu estilo visual).
- No te agobies con la burocracia, pero tampoco la ignores. Toca pasar por ahí, sí o sí.
- Observa el mercado y fíjate en la competencia. Quizá te convenga empezar chiquitito y luego escalar.
Al final, el verdadero reto no es solo montar la sociedad, sino mantenerla a flote y hacerla crecer, generando ingresos constantes. Ese es el día a día del emprendedor: buscar clientes, perfeccionar tu oferta, invertir en marketing, controlar gastos, etc. Un no parar, vaya.
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Artículo escrito por Gestoría eMadrid