La Organización de Consumidores y Usuarios, OCU, ha pedido que la Comisión Europea (CE) tenga poder para multar a los fabricantes que intenten evadir las reglas europeas de homologación de los vehículos. Además, ha insistido a Álvaro Nadal, ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, para que aplique una mayor supervisión en las pruebas de homologación y supervisión de los vehículos.

Para la OCU, es evidente que los últimos escándalos sobre emisiones han destapado numerosas debilidades en el tipo de homologación en Europa y la forma en la que está controlado. Según comunicó la organización, “desde las asociaciones de consumidores europeas se considera que, para evitar otro escándalo automovilístico, es esencial que la Unión Europea afronte estas debilidades, ponga de lado los intereses nacionales y abogue por un tipo de homologación y un sistema de supervisión que funcionen para los consumidores”.

Por este motivo, se pide al Consejo Europeo una mayor supervisión del mercado, ya que el Parlamento Europeo lanzó la propuesta de testar un 20% de los coches nuevos que se lancen cada año.

Además, para afianzar el papel de la CE ante las posibles prácticas fraudulentas de los fabricantes en la homologación de vehículos, la OCU ha pedido que el Consejo pueda imponer multas a los infractores. Las cantidades de las multas podrían ser de hasta 30.000 euros por cada vehículo que no cumpla la normativa.

Igualmente, las organizaciones de los consumidores abogan por que los resultados de los test y los informes sobre las emisiones sean públicos, ya que también es “necesario” un control de las emisiones de dióxido de carbono (CO2).

Fuente: Europapress.es

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