El matrimonio cristiano: características y tradiciones

Del 10 al 16 de febrero tiene lugar la Semana del Matrimonio, una iniciativa de la Subcomisión Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española (CEE). Este evento tiene como objetivo desde 2022 consolidar el amor entre dos cónyuges mediante actividades para profundizar en su camino de gloria a Jesucristo y su compromiso de fidelidad y confianza. Es por esto que esta semana es un buen momento para recordar las características principales de estas santísimas uniones y sus tradiciones y obligaciones.

El matrimonio fue fruto de Dios cuando creó el mundo. Significa un sacramento o una unión que santifica la fusión inseparable entre un hombre y una mujer. Para los cristianos, Jesucristo les concede la gracia para hacer realidad sus deberes como esposos y fieles.

Ante los ojos de Dios, el matrimonio es una vocación sobrenatural de ser fieles el uno al otro. Tiene como propósito amarse y respetarse para glorificar a Dios, ya que solo existe únicamente para la gloria del mismo. La dinámica de un matrimonio cristiano es compleja, ya que la fuente de amor y lealtad no se encuentra en la otra persona, sino en Dios mismo. Se trata de formar una unión para amar y respetar juntos a Jesucristo, el único al que se debe idolatrar. El hombre debe amar al señor por encima de cualquier otra cosa, incluso más que a su mujer, y lo mismo pasa a la inversa. Es por esto que no se puede tratar a algo creado como creador, lo que sería una falta de la lealtad hacia Jesucristo. Solo Dios es dueño del alma y merecedor de las atenciones.

Este tipo de uniones tienen como objetivo mantener una relación a través del paso del tiempo y de los momentos buenos y malos. Los cónyuges deben estar juntos hasta el final para glorificar a Dios. Tanto es así, que se establece con el consentimiento de los contrayentes y debe estar manifestado y promulgado por un portavoz o representante de la Iglesia. El santo matrimonio no es una broma, sino que es una obligación generacional para educar a los hijos bajo la santificación. 

En cuanto a los roles de cada parte de la unión, mujeres y hombres son iguales en dignidad, valor y gloria. Sin embargo, el hombre ha obtenido el privilegio y honor de imitar a Cristo en su liderazgo, debiendo cuidar, proveer y dirigir el hogar. Mientras tanto, la mujer ha sido bendecida para imitar a Cristo en su sumisión, debe amar, respetar y seguir a aquellos que posean el liderazgo. Ambos deben respetar las propiedades vitales del matrimonio que son unidad, indisolubilidad y apertura a la fecundación. 

El día de una boda cristiana

Para los cristianos el día más importante de sus vidas también es el día en el que se entregan a Cristo junto a un compañero para amar y glorificar juntos a Dios. Las uniones cristianas deben celebrarse ante Jesucristo, en una casa del señor y mediante un portavoz eclesiástico de sus deseos. Es por esto que la comunicación entre los cónyuges y su pastor debe ser estrecha, además de su confianza. Al final va a ser él el que se va a encargar de impulsar su camino hacia la glorificación del señor y el canal debe ser claro basado en el único objetivo de encontrar el camino hacia Dios.

Sin embargo, esto no es una acción que se pueda hacer así como así, se deben tener una serie de requisitos para contraer matrimonio bajo el cristianismo. Por ejemplo, uno de ellos es estar bautizado y pertenecer a una Iglesia, además de tener un interés especial en las costumbres y creencias de la entidad eclesiástica cristiana. Además, aunque no es obligatorio, es conveniente y recomendable realizar pláticas prematrimoniales en la parroquia de la que se pertenezca para conocer las obligaciones y deberes de la unión. Al igual que es aconsejable confesarse antes de la celebración para recibirse en estado de gracia.

Llega el tan esperado día, por fin la unión va a completarse y los preparativos también los moldes frutos del deseo de Cristo, con su respectivo protocolo. Primero se debe hacer una procesión inicial que desemboque en el altar, como símbolo del camino de los contrayentes hacia la gloria y entrega a Jesucristo.  Además, se debe realizar una alabanza en compañía de todos los invitados, seguido de la promulgación de votos matrimoniales, prometiendo fidelidad a Cristo. Después tendría lugar la ceremonia de las velas, donde ambos de la pareja encienden una vela para simbolizar su ahora unión para glorificar al señor. 

En cuanto a la celebración después de los votos, la recepción debe presentar atención y cuidado en sus características. Por ejemplo, se debe poner especialmente precaución en que las bebidas que se sirvan no lleven alcohol. Tampoco está bien visto la tradición de lanzar al ramo, ya que se podría pensar que las participantes buscan esposo y no a Dios. En cuanto a la celebración se suele acompañar de música cristiana, se tratan de eventos tradicionales y muy enfocados en la familia.

Origen de las costumbres y tradiciones en las celebraciones cristianas

En cuanto al anillo de compromiso el origen se haya en el medievo, cuando el novio debía regalarle una dote a la novia como símbolo de su unión, se decía que la forma circular simbolizaba la eternidad del compromiso y en este caso de la gloria hacia Dios. Las 13 arras se tratan de un rito mozárabe, simbolizan los 12 meses del año en los que se va a encontrar abundancia, además de uno extra dedicado a los pobres. Además el 13 es considerado el número de la suerte.

Otra de las tradiciones cristianas es el uso de vestidos blancos en las novias, esto simboliza la castidad, pureza, inocencia que debe tener la mujer, además de paz que se espera del matrimonio.  Además, otra de las tradiciones de este tipo de uniones es el llevar huevos a Santa Clara días antes de la ceremonia para rogar buen tiempo el día indicado. Santa Clara es la patrona del buen tiempo, además de que los huevos son símbolo de algo que acaba de nacer, como el matrimonio.

El ramo de la novia es símbolo de buenos deseos, mientras que el hecho de lanzar arroz a los novios muestra el deseo de que la pareja complete sus obligaciones conyugales y tengan muchos hijos. Al igual que el vestido, el velo blanco simboliza la pureza e inocencia de la novia, además el hecho de retirarlo en el momento de la llega al altar simboliza el retiro de la vida anterior. En el caso de los testigos de boda, son necesarios para dar fe ante Jesucristo de la celebración de la unión. 

El matrimonio cristiano es una cosa seria, y para la Iglesia aún más. Actualmente hay un total de 1.5 millones de cristianos solo en España y sus tradiciones y costumbres siguen vigentes día tras día. Ignorar la gloria del señor es símbolo de pecado, al igual que cometer adulterio o los unidos solo mediante matrimonio civil. El casamiento cristiano es un camino hacia la santificación y se deben respetar los deseos de Dios para ello. 

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Artículo escrito por Guiomar Peña Díaz

 

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