Soñar lo puede hacer cualquiera, pero para pasar a la acción se necesita un conocimiento previo del terreno. Descubre el paso a paso de cómo crear una empresa.
Convertirse en empresario es un riesgo grande, pero bien recompensado si sale bien. La satisfacción de ver tu negocio prosperar compensa cualquier dificultad previa, para ver tu empresa dar sus frutos te dejamos una serie de consejos y pasos a seguir para prevenir las complicaciones durante el proceso de la creación de una empresa.
Lo primero que se debe hacer, tras tomar la decisión de emprender, es desarrollar el concepto en un plan empresarial. Para su creación es importante concretar ciertos puntos. El primero es el análisis de las características de mercado, para conocer el estado real del sector elegido. Esto es importante para evaluar la posible competencia y desarrollar un plan de acción en base a la investigación.
La siguiente característica a desarrollar para crear una empresa es la constitución de un análisis DAFO. Este consiste en realizar un estudio del mercado haciendo hincapié en las Debilidades, Fortalezas, Amenazas y Oportunidades de negocio. Aquí es muy importante ser honesto con uno mismo, además de insistente en la búsqueda para encontrar las características más fieles posibles a la realidad. Esto colaborará en definir la idea y prevenir futuros imprevistos.
Además, para crear una empresa desde cero, es vital marcar objetivos. Las metas fijadas deben ser realistas y sinceras, que además puedan cumplirse a corto plazo, de unos seis meses. Tras este tiempo, se volverá a analizar esta vez evaluando en base al éxito, o en su defecto corregir errores y pensar en la situación actual.
Para crear una empresa, el siguiente paso a seguir es fijar una estructura jurídica. Para ello se tiene que valorar la magnitud de la empresa, además de los objetivos. Los tipos jurídicos pueden ser autónomos, Sociedad anónima, Sociedad Limitada, cooperativa, entre otros. Una vez elegida la forma jurídica hay que empezar a pensar en el nombre del negocio, comprobando previamente que no existe una empresa con el mismo título en el Registro Mercantil.
Una vez establecido el plan de acción, se debe empezar a pensar en la burocracia. Es importante crear una cuenta de banco destinada a la empresa en exclusividad. De esta manera todo el capital social irá destinado a esta y será más sencillo, sin pensar en intermediarios. Para ello se debe solicitar un certificado de depósito en la entidad bancaria donde aparecerán los datos personales de todos los socios, además de las aportaciones de cada uno. Esto será útil a la hora de certificar el capital social incluido en la constitución de la entidad.
Tras realizar los trámites bancarios, es momento de pasar a uno de los pasos más importantes para la creación de una empresa. Este es la concepción de los estatutos sociales. Estos significan las bases sobre las que se crea la empresa, además de definir otros rasgos del funcionamiento adecuado de la entidad, como lo son el órgano administrativo, el reparto de dividendos o el proceso de disolución de una empresa. Todo debe quedar especificado previamente para evitar desencuentros futuros y saber exactamente que hacer ante cualquier situación.
Cómo formalizar los trámites pertinentes
Una vez realizadas todas las preparaciones previas,. es momento de formalizarlas legalmente. Con este fin, todos los socios de la empresa deben acudir a una notaria para escriturar la entidad ante un notario. Es importante acudir con la documentación necesaria, es decir la certificación negativa del Registro Mercantil, el Certificado bancario e depósito de capital social, los estatutos sociales y el DNI o NIE de los socios.
Después de este paso, se deberá acudir a Hacienda a dar de alta la empresa y conseguir de esta manera el NIF provisional con la presentación en la Agencia Tributaria del modelo 036, además de una copia de la escritura y una copia de los estatutos sociales. Una vez concedido el NIF provisional se deberá registrar la empresa en el Registro Mercantil de la provincia con el fin de obtener toda la competencia jurídica. Sin embargo, la empresa no queda asegurada como marca, ya que para ello se necesitará una presentación ante el Registro de Patentes y Marcas.
Tras ello, se deberá solicitar el NIF definitivo, que se podrá hacer de manera digital en la web de Hacienda con el certificado digital, presentando una vez más el modelo 036 y marcando la casilla 120. Además se deberá presentar la copia de la escritura pública, el Certificado de inscripción en el Registro Mercantil, la Fotocopia del NIF de la persona censada y la fotocopia y el original del documento que acredite la capacidad de representación de quien firma el censo.
En cuanto a burocracia ya se habría terminado el trámite. Sin embargo es momento de el paso más importante: lanzar tu producto o servicio. Para ello es interesante considerar una campaña de publicidad acorde al tema para atraer al mayor número posible de personas.
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Artículo escrito por Guiomar Peña Díaz