¿Cuándo es rentable domiciliar un pago?
Hay que saber en qué ocasiones es óptimo domiciliar un pago en una empresa y conocer los principales motivos antes de hacerlo resulta útil antes de lanzarse con ello
Con la cantidad de facturas y responsabilidades burocráticas que debemos afrontar cada día, no es raro que se nos olvide algún pago importante y tengamos que lidiar con las consecuencias, ya sean comisiones o corte de alguno de nuestros servicios hasta nuevo aviso. Por ello, domiciliar pagos resulta una herramienta muy útil que surge como solución a este problema. Se trata de una opción clave para mantener al día nuestras responsabilidades y evitar despistes.
Una domiciliación consiste en una forma de pago que se trata de autorizar a tu banco o prestador de tus servicios habituales o recurrentes. Para que esto sea posible hay que dar un aviso al banco para que el pago se realice periódicamente del servicio de una empresa en específico. La domiciliación de pagos se hace a través del cargo automático en tu tarjeta de crédito, débito o cheque.
Es por esto que domiciliar un pago supone autorizar a una empresa u organismo para que cobre de manera automática la cantidad correspondiente de un servicio o deuda de nuestra cuenta. Esta herramienta es muy utilizada en cargos recurrentes o mensuales, como lo son el pago de la factura de la electricidad, el agua o el teléfono, además de suscripciones a plataformas de streaming o préstamos y seguros.
Y no es casualidad su sencillez, ya que numerosos expertos afirman que esta manera de adelantarse al pago de diferentes servicios presenta ventajas muy importantes como el ahorro de tiempo, evitar cargos con retraso o un mayor control y planificación de las actividades financieras de la cuenta y reducir así el estrés por recordar fechas de pago.
Sin embargo, es importante añadir que para este método es necesario mantener los fondos necesarios para el cobro recurrente, por lo que se debe estar atento y vigilar que los pagos se realicen a tiempo y de forma segura. Por el contrario, si el servicio ya no te conviene es importante recordar cancelarlo para evitar cobros innecesarios.
La domiciliación de empresas no solo te facilita el día a día, sino que además ayuda a un manejo más eficiente de las finanzas personales y a una mayor organización a la hora de tramitarlas. Por lo que adoptar esta herramienta puede ser significativo para palear el caos financiero y adoptar una vida más organizada y tranquila.
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Artículo escrito por Guiomar Peña Díaz
