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En el mercado actual, comprar un coche nuevo puede resultarnos un tanto elevado de precio. Es por eso que la mayor parte de los conductores, se decantan por realizar un cambio de titularidad de vehículos. Esto es lo que se conoce como una transferencia, y según los datos de la dirección general de tráfico (DGT) durante el año 2014 solo en España se realizaron más de tres millones de trámites.
Para realizar una transferencia solo debemos aportar copia del documento nacional de identidad o NIE de la persona que vende el vehículo, copia del documento nacional de identidad o NIE de la persona que compra el vehículo, fotocopia de la ficha técnica del vehículo (el papel azul que sellan los ingenieros y mecánicos al realizar la inspección técnica del vehículo) y el permiso de circulación original. A todos estos papeles hay que sumarles el pago del impuesto de transmisiones patrimoniales (modelo 620).
Este modelo grava en un coeficiente (entre el 4% y el 6% en la mayor parte de comunidades autónomas) el valor de la compraventa del vehículo. Este impuesto se abona, en la comunidad autónoma donde tenga residencia el comprador, ¿pero qué ocurre si un no residente adquiere el vehículo?
Es en este caso la AEAT a nivel estatal quien debe sellar el modelo 620, a este modelo se aplica un gravamen único del 4% y debe estar sellado por la administración estatal de la agencia tributaria de no residentes. Para que nos sellen el documento deberemos aportar siempre:
-Identificación del comprador
-Fotocopia de la ficha técnica
-Fotocopia del permiso de circulación
