Todos los años, alrededor de la llegada de la primavera, los contribuyentes que residen en España van preparando que papeles se necesitan para hacer la declaracion de la renta, y así poder saldar sus cuentas con la Agencia Tributaria. Las personas repasan el último ejercicio fiscal buscando aprovechar las deducciones que posibilita Hacienda en la declaración de la renta, o echan mano de alguna gestoria declaración renta que pueda ayudarles a cumplimentar con este proceso. Durante esta época es habitual que se escuche hablar del IRPF, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, que es básico en la tributación de nuestros ingresos, pero del que muchos contribuyentes desconocen su funcionamiento.
¿Qué es el IRPF?
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas es un impuesto de pago obligatorio para todas las personas que residen en España, exigido por el Estado para ser utilizado en los gastos públicos que se requieran. Su funcionamiento está equilibrado en base a los ingresos que recibe cada contribuyente, tratando de favorecer a aquellos cuya renta es menor. De esta forma se pretende contribuir a un sistema económico más eficiente, e incluso algunos economistas han defendido que es un impuesto necesario para estabilizar la economía.
¿A qué capital se nos aplica el IRPF?
El IRPF grava la renta del ejercicio fiscal, que dura un año, pero lo hace sobre la renta neta, es decir, una vez ya aplicados otros impuestos como las cotizaciones a la Seguridad Social. Este impuesto está dividido en diferentes componentes: los rendimientos del trabajo, que se refieren a los salarios principalmente, pero también a otras rentas como pueden ser las pensiones; los rendimientos de actividades económicas, referidos, como su propio nombre indica, a movimientos económicos; y los rendimientos de capital, cuya proveniencia son los inmuebles y los ahorros.
¿Todo el mundo debe pagar este impuesto?
Todos los trabajadores residentes en España, independientemente de su nacionalidad, están obligados a pagar este impuesto ya que, como hemos explicado anteriormente, está destinado al beneficio y mejora de las arcas públicas del Estado. Aquellas personas de nacionalidad española que residan en le extranjero no están obligados a tributarlo, responderán antes los impuestos del país en el que tributen, aunque hay algunas excepciones como los diplomáticos.
¿Se paga el mismo IRPF en toda España?
En primer lugar, es necesario aclarar que, aunque es la Agencia Tributaria la que se encarga de recaudar este impuesto, excepto en Navarra y el País Vasco, igual que la gran mayoría de trámites fiscales como puede ser la declaración de la renta, es cierto que el IRPF está actualmente cedido a las Comunidades Autónomas de forma parcial. Esto significa que en cada región nos podemos encontrar con deducciones propias, como pueden ser sobre la vivienda, los hijos o la maternidad entre otras, de las que el contribuyente se podrá aprovechar a la hora de hacer declaración renta. Con este método de organización, el porcentaje que acaba pagando el trabajador está dividido en dos tramos, uno estatal y otro autonómico.
Según los últimos estudios realizados por el Registro de Economistas de Asesores Fiscales (REAF), ninguna Comunidad Autónoma presenta a día de hoy presenta una tarifa del IRPF que sea exactamente igual que la que propone el Estado, e incluso en muchas ocasiones ni siquiera el número de tramos en los que se estipula qué porcentaje ha de pagar cada trabajador se asemejan.
¿Cuáles son los tramos del IRPF?
Los tramos del Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas establecidos por el Gobierno Central en este año 2023, son los siguientes: Para aquellos contribuyentes que no generen más de 12.540 euros durante el año fiscal, la retención será de un 19%; los contribuyentes que alcancen totales de renta neta entre 12.540 y 20.1999 euros, pagarán un 24% de IRPF; para trabajadores cuyos ingresos se muevan entre los 20.2000 euros y los 35.1999 euros, el impuesto aplicado alcanzará el 30%; los contribuyentes cuyos ingresos asciendan a 35.2000 euros y no superen los 59.999 euros, tributarán un 37% de IRPF; Entre 60.000 y 299.999 euros, la retención aplicada para el contribuyente será de un 45%; y por último, aquellas fortunas que superen los 300.000 euros de renta neta durante el ejercicio fiscal tendrán que pagar un 47% de IRPF.
Recordamos que la renta por la que se paga este impuesto es la renta neta, la que ya está libre de otros impuestos, que el IRPF servirá para cuantificar las circunstancias personales que pueda tener cada contribuyente, así como la situación laboral y patrimonial del mismo y sus convivientes.
Una vez aclaradas las dudas básicas sobre el funcionamiento de uno de los impuestos más sonados de nuestro país de cara a la campaña de hacer declaración de la renta, recordamos que es recomendable no dejar este trámite para el último día, siempre pueden surgir complicaciones a última hora sobre qué se necesita para hacer la declaración de la renta, y a la larga esto puede causarnos conflictos con la Agencia Tributaria que pueden convertirse en sanciones económicas. Para este año se facilitará el trámite a contribuyente con la posibilidad de hacer la declaración de la renta online, por vía telefónica o presencial, pero cualquiera de los métodos elegidos puede suponer complicaciones que son evitables acudiendo a alguna gestoria declaración renta online o gestoria declaración renta.
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